La pareja perfecta, ese ideal que tenemos todos y lo difícil que es de encontrar. Evidentemente aquí no voy hablar de mi pareja perfecta, mi mujer, que es mi apoyo y mi compañera perfecta de vida con la que estoy formando un familia maravillosa. Aquí voy a hablar de mi otra pareja perfecta, Matíes Cerdà.
No es fácil ser segundo entrenador, siempre estás en un segundo plano, saber llevarlo es fundamental, ese es uno de los motivos por los que hay muy pocos que estén más de 1 o 2 temporadas. Los que llevan más, puede ser por dos motivos, el primero es que no tengan ninguna ansia, necesidad o preparación para ser entrenadores jefe, o el segundo motivo tener entrenadores como Maties como jefes. Maties ha hecho que me sienta valorado en todo momento, me ha hecho partícipe de todo lo que hemos conseguido y sobretodo he sentido que mis ideas y las suyas siempre iban en la misma dirección y sino, las hacíamos ir. Hemos llegado a un nivel de entendimiento tal que casi no es necesario hablar sobre el próximo partido porque yo sé perfectamente en que línea lo vamos a preparar y por donde deben ir los tiros en el scouting.
Han sido muchos los que me han dicho estos años en plan coña, ¿porqué no le hacía la cama? No concibo un segundo entrenador que esté para eso (seguro que los hay) y que no de el máximo para ganar todos y cada uno de los partidos que deba jugar. Siempre he contestado lo mismo, si algún día lo hubieran hechado a él y a mi no, hubiera sentido que mi trabajo también estaba en entredicho, porque también era mi trabajo el que se cuestionaba y porque yo formo parte de esa "superdupla".
Tengo 32 años y me queda mucho por aprender, y algún día quiero ser entrenador jefe pero no de esa manera, será el día en que tenga una oportunidad y Maties me diga algo así como: "Au Martí vete, ya puedes volar solo". Para mi, Maties ha sido un maestro del que he absorbido de su librillo para ser mejor entrenador. Es como una simbiosis (los dos salimos beneficiados el uno del otro) pero seguramente yo soy el más parásito de los dos.
Al final lo que nos queda no es el básquet sino la amistad y yo nunca me olvidaré de esas conversaciones en las habitaciones de los hoteles (por cierto fantásticos, ¡qué bien nos cuidan!), esas carcajadas interminables riéndonos de cosas que sólo nosotros entendemos (o de nosotros mismos) esas discusiones políticas (estamos en las antípodas) y por supuesto también técnicas (al rey del país donde "la defensa en zona no es básquet" no le faltan ganas de darme de ostias cada vez que hablamos de poner un zona).Por otro lado nuestros triumfos deportivos quedarían en un segundo plano si no estuviéramos rodeados de un grupo humano espectacular. Dudo mucho que si viera dentro de 5 o 10 años a alguno de los jugadores de este año (o cualquiera de los que hemos tenido en estos 4 años) por la calle, no me abrazaran. Son personas increíbles y seguro merecen un artículo entero para ellos solos, y lo mejor que tienen para reirse de ellos mismos y bueno, también de todos (me remito al Restaurante Casa Gonzalo).
Sergio, Carlos, Big Berto, Goyo, Little Berto, Marcos, Llorenç, Miki, Biel, Toni, Pau y Tyler, gracias a todos tíos y muy especialmente a ti Maties por hacerme estar más cerca de cumplir mis sueños baloncestísticos.
Os dejo con el vídeo que les pusimos este año de cara a los play-off, no hizo llorar como el de Up del año pasado, pero espero que también os guste.
Es de la película "Enredados" y se llama "Mi sueño es".
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