jueves, 29 de octubre de 2015

PIZARRISMO


Los entrenadores de baloncesto queremos controlar absolutamente todos y cada uno de los detalles que suceden en la pista. Como dije la semana pasada, algunos de ellos se nos escapan de las manos. Ya puede ser porque no los vemos o porque si los vemos no sabemos transmitirlos a  los jugadores o los jugadores no saben interpretarlo. Con este precedente parece que la pizarra debería ser una arma importante para ello, pero con los años me he dado cuenta de que no lo es tanto.

Los entrenadores con nuestros ataques de entrenador tendemos a coartar la creatividad de los jugadores(sea poca o mucha). Así lo presencié por ejemplo el pasado fin de semana en dos sitios muy diferentes.

El primero en un partido de baloncesto base de la isla donde el entrenador de un equipo que perdía por 40 puntos usaba la pizarra para explicar no se qué a sus jugadores, que por cierto, eran incapaces de dar dos botes o dos pases seguidos y por supuesto muchas dificultades para llegar al aro. Tuvo un “ataque de entrenador” ¿Qué podía aportarles a los chicos lo que pintase en esa pizarra en ese momento? Esos chicos necesitaban a alguien que alentara a seguir trabajando, luchando en la pista por cada balón y no un dibujo. El resultado de los partidos de baloncesto base debería ser la consecuencia del trabajo realizado y no el objetivo especialmente.



 
Otro ejemplo fue en el Unicaja-Laborala Kutxa. Un gran partido de dos grandes equipos y entrenados por dos  entrenadores TOP como son Plaza y Perasovic, para mi de los mejores de Europa.  Los dos,  también adictos a la pizarra (Plaza con la suya tuneada para colaborar en la lucha contra el cáncer de mama) en un partido que se decidió por las genialidades de Mike James i Jaka Blazic en el último cuarto y donde la pizarra tuvo poco valor.

 
 
 
 
 
Esta semana empieza la NBA, una liga donde los protagonistas son los jugadores, las estrellas, y los entrenadores ayudantes son los que manejan más las pizarras. Os recomiendo ver y oir alguno de los tiempos muertos de Gregg Popovich especialmente y de algún otro de sus colegas como George Karl. Los conceptos y las emociones son casi siempre lo más importante, la pizarra a veces actriz secundaria, incluso una mera espectadora.  Aquí tenéis una maravillosa imagen claro ejemplo de ello.
 

 El maestro Boza Maljkovic, nunca utilizaba la pizarra. En una entrevista lo explicaba perfectamente: “la pizarra la tengo en el sofá y la utilizo cuando veo algo en los partidos de TV o también para los entrenamientos, en los partidos si digo una jugada y un jugador no la sabe o no la tiene clara, simplemente no puede estar en la cancha”.

  

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