Así llamaba Montes a a los tapones. Bueno de hecho ahora, más gente los llama así que no tapones en sí. Dejamos las películas de los últimos posts y volvemos a conceptos más técnicos.
El tapón es un concepto defensivo olvidado últimamente, por culpa en parte de los entrenadores que de cada día nos volvemos más conservadores.
A un jugador que salta a taponar le decimos que aguante la posición de 1c1 con los brazos arriba para intentar dificultar al máximo el tiro del rival. Este concepto hace que hacer un tapón sea aún más complicado y difícil de ver.
Vamos a intentar desgranar cuáles características que debe tener un jugador con capacidad de taponar:
1.- Capacidad de salto.
2.- Envergadura, brazos largos.
3.- Coordinación de las dos primeras.
4.- Timing. Fundamental tener la capacidad de leer el momento en el que el rival va a tirar para ser capaz de combinar con tu capacidad de salto.
5.- La altura, o mejor dicho la diferencia de altura puede ser un factor importante. A pesar de ello un jugador pequeño puede taponar a uno grande, adjunto los vídeos de los taponazos que le hicieron el pequeñísimo Nate Robinson a Shaq (como anteriormente lo había hecho con Yao Ming) y el de Lebron James con dos manos.
6.- Por supuesto, importantísimo, tener ganas de que el rival no tenga ninguna posibilidad de meter la canasta. Es lo que yo llamo: "por mis c... que éste tío no la mete", siendo capaz de jugarte las faltas necesarias, sin pensar que eso puede perjudicar a sus propios minutos en pista o al propio equipo dependiendo del contexto.
La importancia de un tapón se puede medir desde varios puntos de vista,
el primero psicológico, al hacer sentir impotente al rival para anotar. El segundo estadístico, ya que es un tiro menos normalmente de alto porcentaje, que realiza el rival. Por ejemplo, el gran Barça de la última final de París hizo nada menos que 8 tapones (4 de Fran Vazquez, 2 de Morris y 2 de Lorbek) todos ellos muy cerca del aro y todos ellos hubieran tenido muchas posibilidades de de ser canasta. Imaginemos por un momento que todas esas canastas hubieran entrado, el resultado final continuaría favorable al Barça 86-84, pero tal vez no hubiera sido con esa superioridad tan aplastante. Evidentemente es absurdo pensar en ello, pero sí pensar que fue una de las muchas claves de la final y, por supuesto, importantísima.
El tapón que le hace Morris a Tshortsianitis reúne el factor psicológico y el factor estadístico, con +14 impide al Olimpiacos intentar meterse en el partido y apurar sus últimas posibilidades quedando 7 minutos para el final y, sobretodo termina de desmoralizar al rival que ve misión imposible poder remontar.
El tapón que le hace Morris a Tshortsianitis reúne el factor psicológico y el factor estadístico, con +14 impide al Olimpiacos intentar meterse en el partido y apurar sus últimas posibilidades quedando 7 minutos para el final y, sobretodo termina de desmoralizar al rival que ve misión imposible poder remontar.
A mí este tapón me gusta especialmente ya que viene desde una ayuda. N'Dong aguanta bien el 1c1 y Morris viene desde la zona de ayuda leyendo muy bien la situación. Un concepto que el Barça utiliza mucho, normal por otro lado, con los físicos y capacidad física que tienen sus jugadores interiores.
Lo podréis ver en este pequeño vídeo que preparé algunas acciones de la final.
Hasta la próxima!
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